CAMARA DE SEGURIDAD


jueves, 7 de noviembre de 2013

CONFRONTANDO A TU GIGANTE

Confrontando a tu gigante
Como el rey de Israel y un guerrero poderoso, Saúl era quien debía pelear contra Goliat. Rehusó confrontar a su gigante. El verdadero gigante de Saúl era el espíritu de temor y lo inmovilizó.

¿Cuál es tu gigante?
Te puede ayudar el usar un diario y describir claramente a todos los gigantes que estas enfrentando. Identificando a tus gigantes es el primer paso para desarmarlos.


Se valiente en la batalla
El Rey Saúl intentó ayudar a David al ofrecerle una armadura. Con la cual No podía caminar, y David rechazó la oferta de Saúl de darle protección física, porque el no dependería del hombre exterior. David estaba listo para pelear contra el colosal Goliat con el poder del Espíritu.
¿Ha habido tiempos en tu vida cuando has visto que Dios hace que tus gigantes se conviertan en enanos? Recuerda esas victorias; repítelas una y otra vez a ti mismo. Se valiente y “se fuerte en el Señor y en el poder de su fuerza” (Efesios 6:10).
Se un campeón para Cristo
Cuando tú te paras para ser un campeón para Dios, puedes ser criticado por aquellos más cercanos a ti. La propia familia de David habló mal de el. Como David, deja a un lado las críticas y enfócate en la meta. Escoge rodearte de otros campeones que van a orar por ti.
Siendo sus únicas armas una honda y cinco piedras, David lanzo una directo a Goliat. La roca se hundió en la cabeza del gigante. Fue inolvidable la victoria.
David mató a su gigante, pero no por su propia fuerza, mas con la de Dios. La Biblia dice en Filipenses 4:13, “Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones”.
El mismo Dios que le dio la victoria a un subestimado niño pastor, quiere ayudarte a conquistar tu gigante. Como David, la decisión esta en nuestras manos. ¡Podemos dejar que los gigantes de la vida nos derroten, o podemos enfrentarlos y vencerlos!

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